lunes, 27 de junio de 2011

Los jóvenes del mundo rural tenemos mucho futuro

Miguel Martínez Díez. Vocal de UPA Joven

UPA Joven ha nacido de la ilusión de jóvenes agricultores y ganaderos dispuestos a vivir en el medio rural y a mantenerlo vivo. Nuestras ganas de luchar y trabajar por la continuidad de las explotaciones familiares como forma de vida son infinitas. Que nuestra explotación nos permita vivir dignamente es nuestra máxima aspiración.
Salario justo, buenas condiciones laborales, la dignificación de la persona frente al producto, ayudas reales a las nuevas empresas, facilidades de acceso a las nuevas tecnologías, ayudas y flexibilidad financiera y administrativa ante las crisis y catástrofes (financieras, naturales, sociales…), crear un mercado menos especulativo y más humano… ¿Quién no ha oído estas y otras muchas reivindicaciones?

Las escuchamos a diario en los diferentes medios de comunicación, en la mayoría de las ocasiones no parten del sector agrícola o ganadero, sino de los trabajadores de cualquier sector profesional.
¡No pedimos imposibles! No somos bichos raros como nos quieren tildar… ¡Sólo jóvenes que pedimos lo mismo que todos los demás! Adaptándolo a nuestro sector y a su problemática específica, porque sí tenemos claro que la agricultura y la ganadería tienen una situación especial, tan especial que somos proveedores de vida (alimentos) a toda la humanidad. Lo que nos coloca en un punto tan estratégico como la energía, el agua, las comunicaciones… Tal vez por eso venga el interés por algunas partes de hacernos desaparecer.

Que no te digan lo contrario ni te intenten confundir! ¡Tenemos mucho futuro!

Pero debemos unirnos y defender juntos nuestros intereses tanto propios como para todos los jóvenes rurales en general, unas buenas condiciones colectivas para todos son básicas para la continuidad segura de tu joven explotación.

Los jóvenes rurales tenemos la obligación de ser activos en la búsqueda de nuestros intereses, de informarnos y de tomar parte en organizaciones y asociaciones que nos representen realmente ¡Los tiempos del sofá se han terminado! A las grandes empresas agroalimentarias les importa un pepino nuestra situación personal, nuestros intereses, nuestras expectativas de vida, nuestras ganas de mantener vivos nuestros pueblos, a ellas tan solo les vale con que seamos productivos, baratos y sumisos. Les da igual que nuestros pueblos se extingan y con ellos miles de historias de jóvenes agricultores que empiezan a vivir.

Por otro lado, los poderes públicos nos han dicho claramente que ellos van a lo suyo y no piensan en cambiar mucho las cosas si no se lo exigimos, si no se lo pedimos, si no lo luchamos.
Individualmente no tenemos nada que hacer, no nos escucharán, nos coaccionarán, nos amenazarán, nos invitarán a callarnos, a no recoger nuestros productos o a dinamitar nuestras pequeñas redes comerciales. Miles son sus trucos para intentar domesticarnos.

Pero juntos ¡sí podemos! Debemos ser oídos y escuchados, por eso, invitado quedas a leer y reflexionar nuestras reivindicaciones, nuestros principios y acciones. Si te convencen, UPA Joven es tu sitio. El sitio de todos aquellos jóvenes vinculados al rural que quieran vivir y trabajar en sus pueblos.

lunes, 20 de junio de 2011

Por la cotitularidad de los hijos en las explotaciones agrarias

Vanessa Polo Bell. Secretaria de Formación de UPA Joven
Desde siempre, las mujeres han compartido las faenas agrarias y ganaderas de las explotaciones familiares además de las propias. Sin embargo, y también desde siempre, las mujeres han sido invisibles, su trabajo ha pasado desapercibido totalmente para la administración ya que no transcendía del ámbito familiar, toda una vida de duro trabajo sin ningún tipo de derecho.

No estoy hablando del siglo XVIII, estoy hablando de que esto era una realidad hace tan solo dos años. Hoy hay que olvidares del cliché de la mujer rural como una mujer conservadora y sumisa ama de casa. Nada más lejos de la verdad, hoy por hoy las mujeres han tomado en muchos aspectos la iniciativa, son independientes, estudian y trabajan y son más visibles que nunca.

Son estas mujeres con su iniciativa y su inquietud por progresar las que han consolidado la Federación de Mujeres Rurales (FADEMUR) que tiene como una de sus principales reivindicaciones hacer visible a la mujer rural. ¡Y lo hemos conseguido!

Gracias a todas estas mujeres, en el año 2009 se publicó el Real Decreto 297/2009, de 6 de marzo, sobre titularidad compartida en las explotaciones agrarias. Un avance sin precedentes en el sector agrario por los cambios que ello representa, el reconocimiento de los derechos individuales de las mujeres agricultoras y ganaderas que comparte con el hombre las tareas agrarias, asumiendo buena parte de las mismas y aportando tanto bienes como trabajo.

Este real decreto constituye un primer paso en el desarrollo normativo de la figura de la titularidad compartida de las explotaciones agrarias, y así viene recogido en el propio preámbulo: “El presente real decreto es sólo la primera de las medidas destinadas a dar cumplimiento a ese mandato de promoción y desarrollo de la titularidad compartida de explotaciones (…)”. En cualquier caso, esta primera medida tendrá que ir acompañada de la promulgación de leyes civiles, mercantiles, fiscales o laborales, cuya elaboración exige de un estudio más detallado.

Desde UPA Joven felicitamos y agradecemos a estas mujeres el esfuerzo que han hecho para mejorar nuestra realidad, pero no nos conformamos, tenemos que avanzar un paso más y al igual que las mujeres de los agricultores y ganaderos, las hijas e hijos de los ganaderos y agricultores también desarrollan tareas dentro de la explotación.

En este sentido, en UPA joven seguiremos luchando para que no sólo sean los cónyuges o parejas de hecho los que se puedan acoger a la titularidad compartida sino también familiares de primer grado como los hijos e hijas de éstos. Quizás éste sea el primer paso para facilitar el acceso de los jóvenes a la agricultura, contribuyendo a facilitar el relevo generacional y el envejecimiento del sector agrario y ganadero español.

miércoles, 8 de junio de 2011

Lo que la tierra nos puede dar

Cristina Fraga Sanjurjo. Tesorera de UPA Joven

Todos sabemos que en la actualidad vivimos en un mundo globalizado, aunque no todo el mundo sabe cuáles son los problemas de la globalización, y a estos problemas no son ajenos los ganaderos y los agricultores. Una de las principales y peores consecuencias de la globalización es la constante pugna entre los países y sectores productivos para conseguir colocar nuestros productos en el mercado. Esta lucha se produce además en total desigualdad de condiciones, lo que supone llevar a la quiebra a algunos sectores de ciertos países que por una u otra razón son menos competitivos, y todo esto amparado por los intereses de ciertas potencias y de grupos de especuladores que viven como parásitos a costa de la “libertad de mercado”. ¿O será que la globalización tiene nombre de país?

Y en este mundo globalizado ya no existimos los agricultores y ganaderos, o lo que es lo mismo, las personas. Solamente existe el MERCADO, las grandes fortunas y los fondos de inversión para los cuales las personas, los trabajadores, carecemos de toda importancia. Así que parece que nuestro principal enemigo es justamente ese mercado en mayúsculas donde todos los días intentamos colocar nuestras cosechas y productos cuando a lo mejor tenemos a los clientes en el pueblo de al lado.

Igual alguien nos está diciendo que debemos ir hacia una globalización en minúsculas, por lo menos aquellos que, sin saber por qué, somos débiles aún siendo la economía primaria, la base de todo, e incluso la base de todos. También de las personas que parecen ya no importar a nadie.

En medio de este jaleo del mercado global nos encontramos con la reforma de la PAC, otra gran desconocida del ganadero y agricultor. La que debería ser nuestra amiga y aliada, se está convirtiendo en un vigilante al acecho, que en vez de ayudarnos a conseguir mantener el mundo, con sus personas, (y digo mantener en todos los aspectos: alimentario, social, económico, medioambiental...), parece que los de las grandes fortunas del mercado globalizado pretenden que sea su herramienta, de forma que los intereses particulares de uno, dos o tres países primen por encima del conjunto de la Unión Europea y de sus ciudadanos con tal de dominar el mercado alimentario y poder jugar a su antojo con él, incluso especulando con la base de la alimentación humana y animal como son los cereales, sin importarles que cientos de miles de personas pasen hambre o incluso mueran a causa de ella en el mundo. Mientras se siga desmantelando la Política Agraria Común, mientras se eliminen medidas de control del mercado, mientras no se ponga freno a la avaricia desmedida de los especuladores la Unión Europea seguirá siendo la “Desunión Europea”

Aquí aparecen un par de todopoderosos que juegan con la vida de muchas personas, por dinero, en un mercado especulador. Más que el inmobiliario, si cabe. Con lo que parece que justo los más débiles, tenemos lo más codiciado siempre, la tierra, que produce los alimentos, y además nosotros tenemos el poder de producirlos. Con este panorama cabe pensar en una futura “burbuja especulativa del cereal”. ¿Cómo se puede permitir que unos especuladores sin escrúpulos jueguen con la vida de muchas personas por dinero?

Aunque es difícil ser optimista en los tiempos que corren, ahora más que nunca, los jóvenes que queremos vivir en y del medio rural, debemos unir nuestras fuerzas para lograr una PAC fuerte, y sobre todo conseguir que la globalización se convierta en algo positivo, pues parece que no hay vuelta atrás, aunque con actuaciones como las de algunos países “ amigos nuestros”, pues son colegas de la UNIÓN europea, liderados por Alemania, que quieren conseguir cerrar fronteras de otros para que la globalización sea suya hacia el exterior, no queda muy claro el futuro de este tipo de mercado para las pequeñas explotaciones familiares. Con actuaciones como las de los pepinos españoles, que aprovecho para vetar y condenar, parece que cada día esa UNIÓN EUROPEA está menos unida.

De ahí que los jóvenes debemos apostar por una vida más justa e igualitaria donde realmente queremos el campo, con un trabajo, unos servicios, en fin, con una vida digna como la de cualquier otra persona en cualquier otro lugar. Desde UPA JOVEN pretendemos llevar la bandera de esa unión por el medio rural y todo lo que ello conlleva, porque tenemos lo más codiciado desde siempre, LA TIERRA.

miércoles, 1 de junio de 2011

Con una palabra mía basta

Ricardo Bayo. Presidente de UPA Joven

Como si se tratara de Dios en persona, sólo con una palabra de la ministra de Salud de la ciudad-estado de Hamburgo, Cornelia Prüfer-Storcks, bastó para arruinar la campaña hortofrutícola española, afectando gravemente a exportadores, transportistas, trabajadores de estas empresas y miles de agricultores y sus familias, arrastrándolas hacia el borde del precipicio.

En torno a 300.000 puestos de trabajo se han puesto en riesgo por la alarma generada. Los agricultores de este sector ya arrastran una continua situación de crisis que en muchos casos les obliga a endeudarse más y solicitar préstamos de campaña para poder seguir adelante. Esta situación es posible que signifique la puntilla para muchos de estos agricultores abocándolos a la ruina por no poder hacer frente al pago de sus préstamos.

Alemania, Dinamarca, Austria, República Checa, Luxemburgo, Hungría, Suiza, Bélgica y Rusia han echado el cierre a la entrada de pepinos a sus países y esto supone que la factura ascienda semanalmente -sólo en costes directos- a unos 200 millones de euros de pérdidas, un coste inasumible para el sector. Además de la cola que traerá esta situación, como la cuota de mercado que ha perdido España a favor de países terceros amén de la mala fama y desconfianza en nuestros productos por parte de los consumidores europeos. Productos que, por otra parte, son de la máxima calidad, acorde con los protocolos de la Unión Europea. Protocolos que a los agricultores nos cuesta mucho dinero aplicar para producir alimentos con total garantía alimentaria mientras que las fronteras europeas son coladeros de productos alimentarios sin inspeccionar y que acaban en las despensas de los ciudadanos.

¿Cómo una señora que ostenta un cargo político de alto nivel puede haber cometido un error tan grave? Ahora debe atenerse a las consecuencias. Por su irresponsabilidad en grado supino, por su negligencia, por acusar injustamente sin ni siquiera una sola prueba, por generar una alarma internacionada y por llevar a la ruina a miles de explotaciones familiares esta señora debería dimitir de su cargo inmediatamente.

Pero esto no puede ni debe quedar así, el daño debe ser reparado, nuestro Gobierno ha de pedir responsabilidades al Gobierno alemán y a la Unión Europea. Además se deben tomar medidas urgentes para tratar de reflotar la campaña hortofrutícola tratando de minimizar los daños y generar confianza entre los consumidores europeos hacia nuestros productos.

Por último, considero que es necesario que se haga una reflexión profunda sobre el funcionamiento de la cadena alimentaria para optimizar su funcionamiento y que garantice la calidad y seguridad desde el origen hasta el consumidor y también de la red de alarma alimentaria de la Unión Europea para evitar casos similares, ya que una falsa alarma produce millones de perdidas en el sector.

Es necesario aislar la procedencia del problema y ser capaces a su vez de aislarlo de otros productos similares procedentes del mismo país para minimizar los daños a la economía de los países de origen. No podemos olvidar que quienes sufren la crisis son personas, personas que normalmente son las que menos culpa tienen.