martes, 24 de mayo de 2011

Periodo de cambio

Marta Jiménez. Vicepresidenta de UPA Joven

El mundo rural, sitios tranquilos que salpican toda la geografía española poblados de personas con ganas de trabajar y que necesitan un empujoncito para seguir adelante, para poder seguir luchando por sus explotaciones ganaderas y agrícolas y eso no se puede conseguir sin la ayuda continua de nuestras diferentes administraciones.

Cuántas veces hemos escuchado: “el campo se lleva la mitad de los presupuestos de generales de la Unión Europea” (alrededor de unos 500.000 millones de euros anuales), debería repartirse en otros sectores estratégicos que ayudarían más a nuestras economías…”, pero yo hago otra pregunta: ¿concebís un sector más estratégico que el campo?, porque no debemos olvidar un hecho muy importante y es que: ¡hay que comer!

Vivimos en una sociedad de bienestar en la que no nos falta de nada. Nuestros frigoríficos y despensas están repletos de alimentos y damos por supuesto que esto es lo normal, pero el campo vive en una situación continua de crisis, cada día más agricultores y ganaderos abandonan sus explotaciones por falta de viabilidad y corremos el peligro de un masivo abandono del sector agrícola y ganadero.

En estos días surge otra afirmación muy extendida entre la sociedad: “bueno, aunque los agricultores españoles dejaran sus actividades, con este mundo tan globalizado siempre tendríamos alimentos de cualquier otro país”, es cierto, pero vuelvo a plantear otra cuestión: si miramos al futuro, ¿de verdad nos gustaría esa realidad?

Nuestra agricultura es gastronomía y nuestra gastronomía es cultura y patrimonio muy preciado. ¿Os imagináis una paella valenciana sin arroz o verduras de la huerta levantina?, ¿un chuletón de vacas argentinas? y no castellano leonesas o asturianas por poner un ejemplo o ¿una buena comida sin un vino de cualquiera de nuestras magníficas denominaciones de origen? Yo no. Si perdemos el campo perderemos nuestra identidad cultural y por tanto nuestras raíces... Por eso me reafirmo en mi pensamiento de que el campo es un sector estratégico como el que más.

Por tanto, aprovechando que todavía están presentes las elecciones del pasado domingo 22 de mayo, creo que la implicación de los políticos en el mundo rural es fundamental para poder seguir luchando por lo nuestro, para ello deben fomentar el ingreso de jóvenes agricultores y ganaderos en este sector, aunque si bien decir que en los últimos años el número de jóvenes que se incorpora a la agricultura y ganadería ha ido aumentando, profesionalizándolos y siempre apostando por ellos, porque, que no se nos olvide una cosa muy importante la agricultura y la ganadería es un sector estratégico, que produce materias primas que luego se elaboran y transforman en nuestras industrias agroalimentarias generando empleo.

Por tanto repito que hay que hacer hincapié en tecnificar las explotaciones agrarias, para que sean más competitivas y produzcan alimentos de calidad a unos costes de producción asequibles y acordes con el nivel de vida, pero hay tres grandes enemigos para este sector:

1.      Tener muy en cuenta la cadena de valor y conformación de los precios, que debería ser de abajo hacia arriba, para así tener unos precios justos en productos agroalimentarios y evitar la especulación. En este tema es imprescindible la aportación de nuestras administraciones y políticos, que deben jugar un papel fundamental.

2.      La falta de asociacionismo en el medio rural. Este es un hecho que comienza poco a poco a cambiar pero aún no hemos conseguido nada, tenemos que intentar hacer ver que si no formamos un bloque y luchamos juntos por unos precios dignos estamos abocados al fracaso. Por tanto si nos agrupáramos, reduciríamos la oferta y podríamos tener unos precios justos, por tanto en España hace falta trabajar por el asociacionismo rural.

3.      Y la falta de visión comercial, tenemos que empezar a ver que ya no es tanto el producir bien y de calidad, sino que también es muy importante saber hacer campañas de marketing y publicidad de nuestros productos, expandir aún más nuestras exportaciones y buscar nuevos mercados para nuestros alimentos.

¿Y qué papel jugamos los jóvenes en todo esto? Pues desde UPA Joven decimos que un papel FUNDAMENTAL. Los jóvenes cada día estamos más formados y preparados, tenemos nuevas y muy buenas ideas frenadas continuamente por un campo tradicional y estancado, por ello nuestros políticos tienen que tenernos aun más en cuenta y apreciar nuestras ganas de trabajar y nuestra ilusión por cambiar este sector tan bonito y complicado a la vez.

Los jóvenes también tenemos una mayor sensibilidad con nuestro entorno natural, sabemos de la importancia de un medio ambiente cuidado y apostamos cada vez más por una agricultura y ganadería respetuosa con el medio y que haga que nuestros hijos puedan disfrutar en el futuro de un paisaje natural, bello y limpio.

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